Criticar viene del griego "Krinein" que significa separar, decidir. El pensamiento crítico es, por tanto, el discernimiento, la actitud de evaluar la información en base a los argumentos dados, para separar el grano de la paja, evitando y reconociendo sesgos, creencias, expectativas y prejuicios.
Para hacer un cribado efectivo de la información y aplicar el pensamiento crítico hace falta ineludiblemente manejar una cantidad importante de información. Sin conocimiento no hay pensamiento crítico. Se puede estar tanto acertado como errado pero por motivos equivocados. Por otro lado manejar una cantidad importante de información tampoco garantiza una posición acertada. El binomio pensamiento crítico - conocimiento es indisociable.
El pensamiento crítico es mantener una actitud de escepticismo sano y no caer en la credulidad, en los actos de fe o en los dogmas. Lo mejor que se puede hacer con las ideas es mantener la distancia de seguridad. No filiarse a las teorías ni las ideas, ni siquiera a las propias y estar siempre dispuesto a abandonarlas.
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